Martes, 25 Abril, 2017
La vida de Txema está llena de personas, actividades, obligaciones… Le sobra poco tiempo para reflexionar sobre su rumbo en la vida, sobre sus necesidades más trascendentes, y se parodia a sí mismo asegurando que necesita "agendar" sus citas con la cuadrilla con más de un año de antelación. Pero lo cierto es que, al menos cada quince días, se obliga a sí mismo a bajarse de esa frenética rutina para echar un café con alguno de sus viejos amigos; especialmente con Asier, a quien hace años le diagnosticaron de esquizofrenia.
Además de su habilidad para llegar a todo sin perder la alegría cual experto malabarista, el humor e ironía con el que hila sus discursos le dan un toque muy especial. Con sus batallitas y catálogo de chistes, sabe hacer reír a Asier como nadie. Es la sal y la pimienta de todo encuentro social.