La psicóloga Itsasne Gallastegi nos transmite algunas pautas para ayudarnos a canalizar las emociones y conflictos que surgen en nuestro día a día.

«Las emociones influyen en nuestra toma de decisiones y, en consecuencia, afectan a nuestra calidad de vida. Es importante comprender de dónde nacen esas emociones para que podamos interpretar de forma más adecuada nuestra realidad y actuar con mayor coherencia». Así lo explica Itsasne Gallastegi. La psicóloga de Agifes nos ofrece una serie de pautas para aprender a reconocer y regular las emociones. Nos invita a evitar el juicio hacia nosotros/as mismos/as y hacia las demás personas, a practicar la escucha activa y a pedir ayuda cuando sentimos que no podemos solos/as.

CÓMO TRABAJAR NUESTRA INTELIGENCIA EMOCIONAL

ACEPTAR LA EQUIVOCACIÓN

Las equivocaciones, los errores, son parte de la vida. Es necesario aprender a perdonar y a perdonarse a uno/a mismo/a.

NO JUZGAR LAS EMOCIONES

Las emociones no son ni buenas ni malas, y si las observamos con atención nos ayudarán a entendernos a nosotros/as mismos/as y al resto.

NO RESTAR IMPORTANCIA A LO QUE SENTIMOS

No debemos menospreciar las emociones, ni las nuestras ni las de los demás. Respetar y atender nuestro sentir y el de los demás nos permitirá alcanzar un equilibrio entre pensamiento, emoción y acción.

PRACTICAR LA ESCUCHA ACTIVA

Si no hay escucha, no hay comunicación real sino reacciones automáticas condicionadas por nuestras emociones. Para evitar el conflicto, es importante entender y acoger la emoción que la otra persona nos está intentando transmitir.

PEDIR AYUDA

Cuando se nos dificulta la gestión de nuestras emociones y relaciones personales, es recomendable pedir ayuda. Un acompañamiento profesional nos ayuda a profundizar en nuestro autoconocimiento y a disfrutar de una mejor calidad de vida.